Mi padre me dijo una vez que para criticar algo debía conocerlo antes bien, y siguiendo sus enseñanzas y movida por la publicidad que me garantizaba que me iban a cambiar la vida me leí los tres libros que forman la saga de 50 Sombras de Grey.
Después de leérmelos llegué a varias conclusiones:
1.- No sufráis, no os voy a desvelar el argumento, más que nada porque no lo tienen. Debería inventármelo y no lo veo ético.
2.- Perdí varias cosas leyéndome este “gran fenómeno”: Tiempo, la paciencia muchas veces y la esperanza de que acabaran siendo buenos.
3.- Por lo poco que puedo saber del mundo de las editoriales un libro antes de su publicación se lee, se relee y se vuelve a leer… ¿No hubo nadie que le dijera a la escritora lo repetitivos que podían resultar a sus lectores? ¿En qué lugar queda el trabajo de la correctora o la editora? ¿Algún familiar famoso y poderoso de la escritora que justifique la publicidad sin medida que ha recibido la saga siendo lo que son realmente?
4.- Y por último y no por ello menos importante (para mi fue lo más molesto) ¿Era necesario ese gran parecido a la Saga Crepúsculo? ¿Fue intencionado para que las seguidoras de esta saga la siguiéramos a ella también?
Por lo visto E. L. James (la escritora) fue una de tantas (y ahí debo incluirme yo) que se enamoró de la historia de amor entre Eduard Cullen y Bella (los protagonistas de Crepúsculo).
Las películas, quizá orientadas a un público más adolescente, me hicieron pasar algún rato incómodo al darme cuenta de que duplicaba la media de edad de los que estaban el la sala cuando fui a verlas al cine. Y ya ni hablar de mi acompañante que podía parecer el padre de todos.
Pero los libros me hicieron vivir momentos mágicos. Ese chico, Eduard, tan frío y tan enamorado de ella, Bella, tan insegura pero valiente. Sin dejarme llevar por la protagonista de las películas que puede resultar un poco patosilla, en los libros la relación imposible entre vampiro y mortal me llegó muchísimo. La escritora consiguió página tras página que me enamorara de Eduard con frases como “he salido a cazar, te dejo mi corazón, cuídalo, volveré tan pronto que no tendrás tiempo de echarme de menos!.
Capítulo tras capítulo me enamoré perdidamente de esa sobreprotección de él sobre ella donde hasta llegaba a pelearse con sus familiares más directos cuando excitados por el olor de la sangre de Bella se la disputaban para la cena.
También recuerdo la manera en que se nos planteó la ruptura de la pareja en uno de los libros de la saga. ¿Quién no ha sido nadie sin tener a su enamorado al lado? No creo que haya mejor manera de explicarlo que con páginas y más páginas en blanco. Sin decir nada se decía tanto... En la película este episodio se representó también muy bien y veíamos a Bella sentada delante de una ventana donde iban pasando los días y las estaciones y ella no salía de si misma. (Tuve dudas en cuanto a como plasmarían ese momento en la película que tanto me había gustado y creo que supieron captar lo que la escritora quería hacernos ver. Que ella no era ella sin él)
… Entendía que él se fuera… no quería poner en peligro la vida de Bella, y esta, en estado de enajenación sólo encontraba consuelo buscando el peligro para llamar su atención (cuando él se le aparecía) y saliendo con Jacob, otro de los personajes que poco a poco fue cogiendo protagonismo hasta crear dos bandos totalmente diferenciados. Por aquellos días o eras seguidora de Eduard o eras seguidora de Jacob.
… En fin… como podéis ver me gustó muchísimo y cuando los terminé me quedé con aquella sensación que te dejan los buenos libros de “me falta algo”. Me habría gustado seguir leyendo alguno más. Poco a poco, como era de esperar, esa sensación se fue pasando y me quedó una estantería privilegiada con todos sus libros en el salón de mi casa y un grato recuerdo.
Pasados varios años, (a finales del año del 2012) en una cena de amigas una de ellas me habló de Grey y sus sombras, me comentó más o menos de qué iban los libros y tanto insistió que al llegar a casa me hice con los tres ejemplares para leérmelos porque me aseguraron que mi vida cambiaría al leerlos!
Para empezar me pareció todo bastante tópico o mejor dicho “topicazo”. Chica muy insegura pero valiente (esto me recordó a algo) se enamora de un hombre perfecto con todos los “súper” que se pueden tener: súper guapo, súper rico, súper poderoso, súper enigmático, súper mirada… súper súper superman!
En pocas páginas el Sr. Grey protege de manera desmedida e inexplicable a la protagonista. (Esto me recordó a algo también) y si analizabas bien lo leído hasta el momento el único peligro que acechaba a Anastasia era el quedarse ciega por las radiaciones del súper móvil que le regaló Superman o … tener un accidente con el supercoche que también el regaló su enamorado… Así que no entendí muy bien la posesión y protección ante ningún peligro en concreto. O si lo había era él mismo.
Y siendo, como os he dicho, amante declarada de la saga crepúsculo, me di cuenta de que podía estar perdiendo el tiempo, por ser un intento malo de copia, pero mi afán y mi esperanza por llegar a donde habían llegado otras lectoras que lo recomendaban me hizo continuar.
Y justo ella decide dejar la relación (mmm ¿una ruptura? casualidad?) porque se da cuenta de que es una relación imposible. Ella no encuentra consuelo, él tampoco y sus vidas no tienen sentido en esos 4 días que lo dejan. Y cuando digo 4 me refiero a que realmente fueron 4. Lo dejan un martes y el sábado vuelven. Y sin poder evitarlo mi mente viaja a aquellas páginas en blanco donde Bella me emocionó con su vacío.
Y lo más gracioso es que cuando vuelven el Sr. Grey no deja de recordarle a la protagonista esos días de soledad (4) donde no hallaba consuelo más que en compañía de una señora de dudosa reputación.
En medio de todo esto no puedo pasar por alto las innumerables escenas subidas de tono donde la escritora intentó llevar mi excitación a niveles insospechados y lo que realmente consiguió fue que me dolieran algunas partes de mi cuerpo, al intentar ponerme en la maltratada piel de la chica, que por otra parte, estaba dispuesta a investigar en el mundo dañino que Grey le presentaba en forma de contrato, justificándolo en todo por sus sombras, las que no llegué a descubrir muy bien y teniendo que visitar en varias ocasiones a algún médico por el amor que le procesaba Grey... lo cual me recordaba la frase de “no me quieras tanto y quiéreme mejor” y me sentí ofendida como mujer por la relación de inferioridad de ella ante la inmensidad de él.
Así que visto lo visto, o mejor dicho, leído lo leído no me quedaba otra que compartir con vosotros, lectores y seguidores, mi sensación al sentirme manipulada por una publicidad, como he dicho antes, desmedida de unos libros que no me aportaron nada.
Quizá E.L. James, la escritora, se vio inducida a escribir estos libros por los consejos de sus seguidores. Quizá le faltó un poco de objetividad o no tuvo un “Risto Mejide” en su vida que le dijera: Mejor no.
Y con esto termino esperando no haber herido sensibilidades. Soy consciente de que Grey tiene un enorme club de seguidoras, entre las cuales, como os imagináis, no me encuentro, que no pensarán lo mismo que yo pero como la mente es libre y mi pensamiento es lo único que realmente me pertenece me he tomado la libertad de publicarlo!