Queridos míos,
Llevo meses leyendo críticas y opiniones
sobre un tema que está de máxima actualidad y que me hace preguntarme ¿de qué
parte estás? Me refiero a la polémica, pelea o separación de escritores. Por un
lado, escritores de toda la vida, los de siempre, que se dedican a sus libros
sin más y llenan con sus títulos las librerías de todo el país. Por otro lado
esos famosos que además de pasarse horas y horas en sus programas diarios, se
lanzan al mundo de la escritura con el apoyo incondicional de las editoriales.
Todo este tema me ha tenido en unas “idas
y venidas” y no he sabido bien donde situarme hasta que, me he dado una vueltecita
por Internet, el gran recordador de todo lo que pasa. Leyendo noticias, atando
cabos y sacando mis propias conclusiones me veo aquí delante de mi ordenador
intentando darle forma a toda la información que tengo en la cabeza ahora mismo.
Pero, como dijo no sé quien, vayamos por partes.
Supongo que esta polémica pudo iniciarse
con el artículo que publicó Almudena
Grandes, en El País Semanal, el 2 de Junio de este año donde nos hacía
una recomendación a los lectores diciendo “No
se dejen engañar. No caigan en la trampa de lo que parece igual pero es
distinto” refiriéndose a todos los libros de “famosos de medio pelo”. La verdad es que después de leer su
artículo me quedé con la boca un poco más abierta de lo normal porque, para
empezar, si me lo permite esta señora, me veo con la capacidad necesaria como
para decidir y elegir lo que me apetece leer en cada momento.
Justo en este momento es cuando recuerdo
algo que me llamó la atención hace un mes aproximadamente. La escritora Matilde Asensi, a la que he
leído disfrutando muchísimo sus libros, en Twitter tiene 7.830 seguidores pero ella en
cambio sólo sigue a 4. De esos 4 debo deciros que 2 son grupos de fans.
Interesante. Cuando la busqué para seguir sus comentarios por esta red social
me quedé tan parada y me llamó la atención tanto que decidí no seguirla. ¿De
esas 7.830 personas que la siguen y la admiran no hay ni siquiera 5 que puedan
decir algo que a ella le interese? Mis ojos se abren como platos… ¿Endiosamiento?
No seré yo quien lo diga pero… ¿no os resulta, como poco, sorprendente?
Otra de las escritoras de prestigio que ha
llamado mi atención es la gran polémica Lucía
Etxebarría. Ya no sólo por echar pestes de la televisión basura y
formar parte de ella voluntariamente, dejando su persona a la altura del betún…
sino por ella misma en todas sus declaraciones. Oírla media hora seguida me
hizo en más de una ocasión apagar la tele. Demasiado mucho para tan poco nada. Y
ahora zas!, en ese paseo internauta me entero de que se le ha acusado de plagio
en dos ocasiones en las que, en la primera el plagiado decidió no tomar
acciones pero sí Interviú (quien ganó) y la segunda el tema se solucionó con un
acuerdo económico y un comunicado por parte de Lucía donde reconocía un uso
inadecuado de material ajeno. Reconozco que esta escritora no está entre mis
preferidas. También reconozco que después de su paso por el programa de
televisión, donde se creía más importante que los demás concursantes, por los
libros escritos y premios recibidos, hizo que la soportara mucho menos pero
ahora sabiendo que además se ha podido demostrar el plagio en dos ocasiones…
Ahí lo dejo.
Pasamos entonces al segundo grupo. A ese
grupo de famosos que deciden aprovechar su fama y escribir un libro. Una lista
que cada vez es más larga y que sería imposible enumerar a tantos nombres y que
hace, según Mercedes Milá,
que la Feria del Libro tenga más color y vaya más gente. Esto me hace recordar
también cuando un año por Sant Jordi intenté acercarme a Carlos Ruiz Zafón para
que me firmara un ejemplar de “La Sombra
del Viento” y no es que no lo consiguiera, es que ni pude verlo de lejos,
había tanta gente en el Paseo de Gracia de Barcelona que me fue imposible ni
siquiera verlo. Así que primer pinchazo porque, estaréis conmigo cuando afirmo
que, gracias a Dios, no somos ese país de pandereta que piensan algunos y son
muchas las personas que disfrutan de la Feria del Libro o del día de St. Jordi
acudiendo a las firmas de todo tipo de escritores (famosos o no) de libros
leídos y disfrutados.